1. Lavar el pelo todos los días

Aunque parezca buena idea, esto puede eliminar los aceites naturales que lo protegen. Resultado: cuero cabelludo desequilibrado y más grasita.

¿La solución? Batiste. Úsalo entre lavadas para refrescar tu pelo sin resecarlo y mantenerlo con volumen.

2. Usar agua muy caliente

El agua muy caliente puede abrir la cutícula del pelo y causar frizz o resequedad. Mejor enjuaga con agua tibia o fría para sellar y dar brillo natural.

3. Aplicar shampoo en todo el pelo

El shampoo va directo a la raíz, no a las puntas. Cuando lo aplicas en todo el pelo, puedes secarlo o enredarlo más. Aplica solo en el cuero cabelludo y deja que la espuma baje suavemente.

4. No enjuagar bien el shampoo

Dejar residuos de producto puede causar picazón, grasita o pérdida de brillo. Tómate tu tiempo para enjuagar hasta que no queden restos.

5. Dormir con el pelo mojado

Esto debilita la fibra capilar y puede dejarlo con mal olor. Si lo llegas a hacer (aunque no te lo recomendamos), al día siguiente usa Batiste para eliminar el mal olor y revivir el look en segundos.

6. Usar una toalla tradicional para secarlo

Las toallas comunes son muy agresivas. Mejor usa una de microfibra o una camiseta suave. Y recuerda: no frotes, solo presiona suavemente.

Cuidar tu pelo no tiene que ser complicado. Solo necesitas los aliados correctos (como Batiste) y algunos ajustes en tu rutina diaria. ¿Lista para tener un pelo radiante sin estrés?